Estábamos en la segunda parte de la ruta del Sendero del Pinsapar, en la Sierra de Grazalema, una vez pasado el bosque de pinsapos (precioso, por cierto, otro día os dejamos algunas fotos). El recorrido transcurría por una pista forestal, y ya estábamos un poco cansados. De pronto, Guillermo, un joven miembro del grupo con muy buena vista, y olfato :-), nos avisó de que había toros (también alguna vaca) cerca del camino. Y así era.
Primero los encontramos a los lados, como estos:
Pero luego la cosa se fue animando, y nos los cruzamos en el mismo camino (a veces demasiado cerca para nuestro gusto :-). Del contacto más directo no hicimos fotos, pero sí algunas un poco más lejanas.
Me encantó mucho la aventura de los toros pero pasamos todos mucho miedo porque no sabiamos que el toro salia detrás nuestra.Y ahora me acuerdo y me rió mucho , pero antes no.
ResponderEliminarFue muy emocionante, aunque algo terrorífica nuestra aventura ya que unos invitados hicieron que nuestro tranquilo recorrido fuese todo un pasaje del terror.
ResponderEliminarHay que ver que Loli, la madre de Adriana, se atreviera a hacer las fotos en las que salen los toros de cerca.
¡¡¡ARRIBA PASO A PASO, UN TORITO MÁS!!!
Jajajajaja :-)