Fue una ruta dura, sobre todo por su extensión, algo más de 12 kilómetros. Lo más complicado es la subida inicial, con una buena pendiente. Luego se llega propiamente al sendero que atraviesa el Pinsapar, bastante más suave, y en el que se puede disfrutar de estos árboles, los pinsapos, tan peculiares y difíciles de encontrar en nuestras sierras (ya sólo pueden hallarse aquí, en Grazalema -Cádiz- y en la Sierra de las Nieves y Sierra Bermeja, en Málaga).
De nuestro recorrido por este sendero os dejamos algunas fotos, ¡¡¡esperamos que os gusten!!!